Versionar recetas tipiquísimas de las de toda la vida se está convirtiendo en todo un hobbie. Adoro pedir recetas y retocarlas en base a mi tipo de alimentación. La verdad que siempre acaban saliendo igual o más ricas que su versión original. Con un retoque allí y otro retoque allá, es realmente fácil hacer versiones más saludables que no estén cargadas de harinas o rebanadas de pan desmenuzadas.
Desde pequeña he adorado los calamares rellenos. Es cierto que siempre me ha parecido un plato muy entretenido de hacer, ya sabes, limpiar calamares, cortarlos en trocitos pequeños, rellenarlos… Pero el resultado merece tanto la pena que me gusta prepararlos de vez en cuando para darle un gustazo al paladar.