CHUCRUT CASERO Y SUS BENEFICIOS SOBRE TU SALUD

8/3/2017

No hay nada que me guste más que meterme en la cocina, coger mi libreta de “cosas pendientes para cocinar a mi manera” y experimentar formas de cocinar los alimentos que nunca antes había probado. Hoy te traigo chucrut casero: una opción fabulosa para mantener sano tu intestino.

El chucrut es una comida típica alemana (sauerkraut o col agria) que se emplea en la mayoría de los casos para acompañar platos principales. Básicamente se trata de col fermentada mediante un proceso acidoláctico a través de una salmuera de agua y sal.

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NOTA: Ojo con el chucrut envasado y pasteurizado que venden en los supermercados “fermentados” con vino o vinagre. Al haberse sometido a temperaturas relativamente altas las bacterias beneficiosas del fermento han desaparecido y no tienen ningún efecto sobre tu salud intestinal.

Vivimos en un mundo completamente antibacteriano, esterilizado, desinfectado e inerte. Queremos tener las manos siempre limpias, sin microbios. Al mínimo resfriado, antibiótico para el cuerpo. Tenemos en el mercado una amplia gama de líquidos azules que te desinfectan hasta la retina… Pero no por ello debemos olvidar que las bacterias son vida, y que cuando matamos bacterias que nos hacen enfermar, también estamos matando bacterias que nos mantienen sanos.

Y ojo, menos mal que la ciencia nos ha regalado la visión que hoy tenemos de los microorganismos y su funcionamiento. Gracias a ello han podido evitarse millones de muertes y el ser humano ha avanzado en el campo de la medicina de manera exponencial en los últimos siglos.

Pero tampoco hay que pasarse y volverse loco. En los últimos años la venta de productos desinfectantes, jabones anti bacterias y antibióticos de todo tipo ha sido excesiva y determinante para acabar con un buen chorro de bacterias que formaban parte de nuestro valioso ejército interior.

Por eso soy tan fan de la reposición de las bacterias buenas que forman una parte indispensable de nuestra salud. No me imagino hace 100000 años al hombre de las cavernas con un desinfectante azul en su bolsito de piel de conejo ¿tú tampoco, verdad?

Pensar que tenemos que estar constantemente huyendo de todo tipo de bacterias sería pensar que nuestro cuerpo es realmente tonto. Los tontos somos nosotros, por hacer que nuestro cuerpo sea cada vez menos funcional y más vulnerable.

Hemos vivido y evolucionado en un entorno hostil que nos ha hecho fuertes para llegar a una actualidad que nos está volviendo débiles.

Entre otras muchas maneras de alimentar nuestro ejército bacteriano, los alimentos fermentados son una opción de las que más me gusta, por lo fácil y lo barato del asunto (¡para que veas que todo lo bueno no es caro!).

Hace miles de años que comenzaron a fermentarse los primeros alimentos y es una costumbre que apenas se practica hoy en día debido quizás al tiempo que necesita o a que el ser humano cada vez es más cómodo y perezoso y prefiere que se lo den todo hecho.

Pero ¿cuáles son los beneficios de consumir este tipo de alimentos?

Ya he comentado la importancia de consumir alimentos probióticos y cómo éstos ayudan a restablecer el equilibrio bacteriano en el sistema digestivo. En el caso de verduras fermentadas como es el chucrut, la propia fermentación incrementa el perfil de micronutrientes de las mismas, aumentando la biodisponibilidad de algunos aminoácidos.

Es una herramienta fabulosa para regular tu flora intestinal, aumentando la diversidad bacteriana que se encuentra en tu intestino, aumentando tus defensas y por ende, mejorando tu salud desde dentro.

Si tienes SOP y has tomado píldora mucho tiempo ya he comentado en otros post que es probable que tengas una flora intestinal pobre que necesite ser repoblada para un mejor funcionamiento de tus hormonas. Los alimentos fermentados también te ayudarán en casos de colon irritable, alergias, estreñimientos/diarreas e incluso intolerancias alimenticias.

Además de ser alimentos que te ayudan a la digestión, son muy ricos en vitamina B, C y K2, vitamina esencial para una buena salud ósea y cardiovascular y que fácilmente puede encontrarse en déficit.

¿Necesitas más razones para incorporar chucrut a tu vida? Por supuesto que no es el único alimento fermentado que tiene todos los beneficios que enumeré ahí arriba, pero hoy le ha tocado a este tesoro culinario ser protagonista del blog, así que, ¡aquí va la receta!

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INGREDIENTES:

- 1 col blanca y/o 1 col morada

- 20 gr de sal marina por cada kilo de col

PROCEDIMIENTO:

  1. En primer lugar retira el tallo y las hojas más externas de la col. Ábrela por la mitad y retírale el corazón.
  2. Vuelve a cortarla hasta obtener los 4 cuartos y córtala en tiras lo más fina que puedas. Puedes usar una mandolina o un buen cuchillo.
  3. Una vez cortada en tiras, pésala para saber que cantidad de sal debes usar.
  4. En un bol resistente agrega la col y su cantidad correspondiente de sal. Este paso puedes hacerlo de una vez o puedes hacerlo dividiendo en 4 partes el total de col obtenido y mezclar con la sal poco a poco para que te resulte más sencillo machacarla.
  5. Para machacar la col con la sal utiliza un mortero. Golpea bien y mueve la col a menudo para que suelte el jugo que formará la salmuera. Este proceso es el más complicado de la receta, ya que seguramente necesitarás de un rato hasta que la col suelte su jugo.
  6. Rellena el bote que vayas a usar, ciérralo y guárdalo en un armario en el que vaya a estar oscuro durante un mínimo de 4-5 semanas. Yo uso los botes que ves en las fotos, son botes con cierre hermético para asegurar que no entre aire (yo los compro en IKEA).
  7. ¡Esperar!

* NOTAS: Si la col que has conseguido está muy seca y no suelta suficiente jugo puedes hacer una salmuera con 50 gr de sal y un litro de agua y añadir poco a poco la cantidad que veas necesaria hasta que toda la col este cubierta.

 Fácil ¿verdad? Lo más tedioso de esta receta es tener que esperar tanto tiempo para poder comerlo. Yo suelo esperar unas 6-7 semanas antes de abrir el bote para empezar a consumirlo. Una vez abierto puedes guardarlo en la nevera o dejarlo a temperatura ambiente.

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(El cambio de color que va experimentando la col me parece alucinante y precioso.)

Puedes inventarte mil tipos de chucrut: mezclando varios tipos de col, añadiendo otras verduras como zanahoria o cebolla, agregando encurtidos o especiando a tu gusto con pimienta, eneldo, orégano… ¡Lo que se te ocurra! Lo importante es que te animes a probarlo y disfrutes de sus beneficios.

Sed felices,

María

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